En el contexto de casi continua situación de guerra más o menos declarada entre Francia e Inglaterra del siglo XVIII hasta principios del XIX, hasta tres batallas navales han portado en nombre de batalla de Ushant, todas ellas evidentemente entre fuerzas navales inglesas y francesas, debido principalmente a que uno de los pilares básicos de la estrategia naval inglesa consistió en el bloqueo naval del puerto de Brest. De ellas la más importante fue la llamada tercera batalla de Ushant o glorioso primero de junio, cuya efeméride ha sido ya recogida. Nos ocupamos hoy sin embargo de la primera de ellas, acaecida en el contexto de la guerra de independencia de los Estados Unidos, en 1778.
El equilibrio naval en dicha época era mucho más ajustado de lo que resultaría posteriormente entre Francia e Inglaterra. De hecho, la guerra de independencia estadounidense o revolución americana implicó a potencias navales como España y Francia contra Inglaterra, siendo una de las ocasiones en que con mayor pericia y denuedo fue la potente flota británica puesta en jaque en su propio terreno. Una generación de excelentes y decididos marinos franceses, junto con una política de construcciones navales muy bien orientada ya en tiempos de Luis XVI, con un buen conjunto de navíos de línea de tres puentes y 110 cañones plantearon todo un desafío a una Royal Navy que no atravesaba su mejor momento.
Esta situación de crisis en la Royal Navy había sido denunciada precisamente por el que sería el almirante al mando de la flota británica en esta batalla, que no fue otro que Augustus Keppel, 1st Viscount Keppel, notable marino y político británico de la época. Keppel se llevaba literalmente a matar con el entonces primer lord del almirantazgo, Lord Sandwich, a quien consideraba responsable de la situación junto con buena parte de la junta del almirantazgo. Precisamente un miembro de esta junta, el almirante Sir Hugh Palliser, mandaba una de las divisiones de Keppel, y sus divergencias tendrían su reflejo en el desempeño de ambos en la batalla.
Las órdenes que tenía Keppel para su escuadra del canal, compuesta nada menos que por una treintena de navíos de línea, eran bloquear Brest, y en concreto impedir que una escuadra de 29 navíos de línea bajo el mando del Almirante Louis Guillouet, compte d'Orvilliers, alcanzase el puerto, ni que decir tiene que preferiblemente destruyendo o capturando la misma. Con tal finalidad, la flota inglesa se hizo a la mar desde Spithead el 9 de julio de 1778. El 23 de julio, a unas 100 millas al oeste de Ushant, se avistó a la flota francesa, cuyo almirante tenía órdenes de evitar el combate, pero como conservaba el barlovento obligó a los ingleses a interponerse en su ruta a Brest, algo que pudieron hacer sólo parcialmente, ya que dos navíos franceses, los más barloventeados, pudieron cruzar y separándose del cuerpo principal escaparon hacia el puerto. Los 27 restantes conservaron el barlovento pero mantuvieron distancias con la flota británica a la espera de una oportunidad para sobrepasarla.
Así se llegó al 27 de julio de 1778, a través de vientos cambiantes y chubascos con constantes maniobras de ambas flotas, hasta que su cercanía hizo inevitable que se trabase combate. Los franceses, con cierto desorden y los ingleses en columna a sotavento. Pese a todo, la flota francesa consiguió deslizarse a través de la línea inglesa ganando barlovento y superando su línea. El Victory inglés fue el primero en romper el fuego, al que fue contestado por el navío de 110 cañones Bretagne, seguido por el de 90 cañones Ville de Paris. El intercambio de fuego fue bastante violento, haciendo retroceder a la línea inglesa, resultando su división de retaguardia, precisamente la mandada por Palliser, muy castigada.
La flota francesa aprovechó su situación para poner proa a Brest en estricto cumplimiento de sus órdenes. En ese momento Keppel ordenó orzar en persecución, pero Palliser rehusó obedecer. En aquel momento ya sería imposible impedir a toda la flota francesa alcanzar su destino, pero al menos la persecución podría haber aislado elementos de la retaguardia francesa, que no guardaban orden de línea, y provocado la captura de uno o varios navíos. Nada de esto pasó, para desesperación de Keppel, cuya flota había tenido más de 400 muertos y 800 heridos en el combate por poco más de 100 muertos y 400 heridos franceses.
La batalla provocó un terrible conflicto político. Keppel y Palliser fueron objeto de sendos consejos de guerra, siendo exculpado el primero, pese a lo cual renunciaría a su mando, y Palliser simplemente objeto de una amonestación, provocando todo ello un grave quebranto para la disciplina de la armada.
Fuentes: Wikipedia, myrevolutionarywar.com
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