El 26 de abril de 1952, el destructor USS Hobson, clase Gleaves, iba a ser triste protagonista de una de las mayores tragedias navales en la historia de los EEUU.
El enorme portaaviones USS Wasp, de 27.100 toneladas por las 1.630 del destructor, realizaba unas maniobras cuando se topó, de frente, al USS Hobson, que en su intento de evitar el choque ofreció su costado. El Wasp lo partió, literalmente, por la mitad.
Cuatro minutos tardó el destructor en irse al fondo del mar, con un total de 176 tripulantes ante la impotencia de la tripulación del Wasp, que sufrió daños pero no de gravedad. 61 hombres del Hobson fueron rescatados.
Así terminaba la historia del destructor, veterano de la Segunda Guerra Mundial y que participó en varias acciones de renombre como el desembarco de Normandía o la conquista de Okinawa. También batalló contra los submarinos alemanes (participó en el hundimiento del U-575) e incluso fue alcanzado por un 'kamikaze' (como vulgarmente se conocen) japonés, curiosamente, también en abril, el 16 de 1945.
Fuente e imagen: Wikipedia.
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