Eso era lo que esperaba el alto mando alemán. El día 12 de mayo de 1940, el grupo de ejércitos "A" alemán surgió de los a priori impenetrables bosques de las ardenas y alcanzó el río Mosa. Este avance y el posterior cruce de este río, desarrollados con una rapidez y contundencia extremas, desbarató el flanco derecho de las fuerzas anglofrancesas, profundizó en su retaguardia y el día 18 de mayo las primeras tropas alemanas, al mando del general Erwin Rommel, alcanzaron el Canal de la Mancha, atrapando a las principales fuerzas francesas y a todo el cuerpo expedicionario inglés con sus espaldas al mar.
Tras el fracaso de varios contraataques organizados para romper el cerco, las fuerzas anglofrancesas se van retirando y fortificándose en una bolsa alrededor del puerto de Dunkerque. En ese momento, las tropas alemanas, en lugar de liquidar la bolsa, se detienen.
Varios motivos se han dado para esta pausa que salvaría en última instancia al ejército británico de la destrucción total. Una de ellas es que Hitler quiso dar a los ingleses la posibilidad de una retirada que suavizase las cosas para un posterior cese de las hostilidades, ya que él nunca quiso la guerra con Inglaterra. A esto hay que sumar que también altos mandos alemanes ordenaron que el avance se detuviese porque las divisiones panzer necesitaban un respiro tras unas semanas de combates y avances frenéticos, de cara a acabar con lo que quedaba del ejército francés fuera de la bolsa de Dunkerque.
Sea como fuere, el almirantazgo británico decidió una evacuación a gran escala, y para ello se encargó al almirante Bertram Ramsay, a la sazón comandante de las fuerzas navales inglesas en el Canal de la Mancha, que utilizase todos los medios a su alcance para evacuar al mayor número de soldados posible antes de que cayesen en manos alemanas.
Así, el 26 de mayo de 1940, a las 23:30 horas, comienza la llamada "Operación Dynamo". Cientos de pequeñas embarcaciones pesqueras, yates privados, transportes de tropas y destructores se acercaron a la costa a embarcar tropas, primero desde el puerto de Dunkerque y cuando éste fue inutilizado por los ataques aéreos alemanes, desde las playas, con improvisados diques compuestos de vehículos abandonados, en ocasiones cogiendo directamente a los soldados desde el agua, todo ello bajo el fuego de la artillería alemana y los ataques de la Luftwaffe.
La operación tuvo éxito más allá de las expectativas más descabelladas, ya que en principio se esperaba como mucho poder evacuar 50.000 hombres en 5 días. Finalmente, se embarcaron en poco más de seis días 338.872 combatientes, de ellos 215.787 ingleses y 123.095 franceses y belgas. Las pérdidas en material, abandonado en las playas, fueron catastróficas. El ejército británico se encontraba con la tesitura de tener que rechazar un probable intento de desembarco alemán en las islas con un ejército carente casi en absoluto de material. Sin embargo, gracias a Dynamo y a la Royal Navy, Gran Bretaña todavía contaba con un ejército con el que combatir una vez rearmado. Es muy probable que si ese número de combatientes se hubiese rendido, la guerra hubiese tenido un curso muy distinto.
Los campeones de la operación Dynamo fueron los destructores, que gracias a su poco calado, su velocidad y su maniobrabilidad pudieron evacuar un mayor número de combatientes. En esta clase se concentraron también las pérdidas más sensibles. La Royal Navy perdió seis de ellos, y la marina francesa otros tres, a manos de la Luftwaffe y de ataques de lanchas rápidas alemanas (Schnellboote), además de muchos otros buques menores.
Fuentes: Wikipedia
Varios motivos se han dado para esta pausa que salvaría en última instancia al ejército británico de la destrucción total. Una de ellas es que Hitler quiso dar a los ingleses la posibilidad de una retirada que suavizase las cosas para un posterior cese de las hostilidades, ya que él nunca quiso la guerra con Inglaterra. A esto hay que sumar que también altos mandos alemanes ordenaron que el avance se detuviese porque las divisiones panzer necesitaban un respiro tras unas semanas de combates y avances frenéticos, de cara a acabar con lo que quedaba del ejército francés fuera de la bolsa de Dunkerque.
Sea como fuere, el almirantazgo británico decidió una evacuación a gran escala, y para ello se encargó al almirante Bertram Ramsay, a la sazón comandante de las fuerzas navales inglesas en el Canal de la Mancha, que utilizase todos los medios a su alcance para evacuar al mayor número de soldados posible antes de que cayesen en manos alemanas.
Así, el 26 de mayo de 1940, a las 23:30 horas, comienza la llamada "Operación Dynamo". Cientos de pequeñas embarcaciones pesqueras, yates privados, transportes de tropas y destructores se acercaron a la costa a embarcar tropas, primero desde el puerto de Dunkerque y cuando éste fue inutilizado por los ataques aéreos alemanes, desde las playas, con improvisados diques compuestos de vehículos abandonados, en ocasiones cogiendo directamente a los soldados desde el agua, todo ello bajo el fuego de la artillería alemana y los ataques de la Luftwaffe.
La operación tuvo éxito más allá de las expectativas más descabelladas, ya que en principio se esperaba como mucho poder evacuar 50.000 hombres en 5 días. Finalmente, se embarcaron en poco más de seis días 338.872 combatientes, de ellos 215.787 ingleses y 123.095 franceses y belgas. Las pérdidas en material, abandonado en las playas, fueron catastróficas. El ejército británico se encontraba con la tesitura de tener que rechazar un probable intento de desembarco alemán en las islas con un ejército carente casi en absoluto de material. Sin embargo, gracias a Dynamo y a la Royal Navy, Gran Bretaña todavía contaba con un ejército con el que combatir una vez rearmado. Es muy probable que si ese número de combatientes se hubiese rendido, la guerra hubiese tenido un curso muy distinto.
Los campeones de la operación Dynamo fueron los destructores, que gracias a su poco calado, su velocidad y su maniobrabilidad pudieron evacuar un mayor número de combatientes. En esta clase se concentraron también las pérdidas más sensibles. La Royal Navy perdió seis de ellos, y la marina francesa otros tres, a manos de la Luftwaffe y de ataques de lanchas rápidas alemanas (Schnellboote), además de muchos otros buques menores.
Fuentes: Wikipedia
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